miércoles, 15 de mayo de 2013

Alfaro y La Educacion

Eloy Alfaro  y la Educacion


Si el ferrocarril es la obra que físicamente proyecta más gráfica y objetivamente en la realidad de la gestión de Alfaro como  gobernante,  es en el campo educativo donde quizá realiza la labor de mayor beneficio y trascendencia humana, estaba convencido  que había que construir cimientos socialmente sólidos para volver consistente el  rumbo de la sociedad, tenía muy claro que la ignorancia o  el desconocimiento son los principales aliados de la confusión y falta de conciencia de quienes forman parte de una sociedad o  habitan un determinado territorio, que esa desinformación o carencia de orientación facilita el aprovechamiento de los demagogos vendedores de falsas promesas e ilusiones.
Alfaro no sólo quiso favorecer la educación, su obra en este campo tenía una mayor connotación, estableció como principio  que la misma fuera laica, es decir una educación libre que rompiera con el esquema de una educación dogmática de orden religioso que era excluyente y sectaria en aquel tiempo.
 Su anhelo era el que el  país contara con la posibilidad que  sus niños y jóvenes se formaran con una mente abierta al conocimiento universal, que no conocieran de ataduras, de coacciones, de temores, de prejuicios, de diques mentales, de repetir afirmaciones sin la reflexión o  análisis suficientes; sabía que sólo un ser humano dispuesto al  aprendizaje es capaz de contribuir a edificar una mejor sociedad y todo eso lo posibilita una educación laica.
Su labor en el campo educativo no se agota en querer un país educado en un ambiente de libertad, deseaba que esa educación fuese de calidad y algo más,  que aquella fuese la base para la trasformación que deseaba para su patria, ello lo llevó a crear nuevos centros de formación,  a preparar nuevos maestros con una nueva mentalidad, quería sepultar los vicios de una educación mediocre y sectaria,  ello explica la creación de los inolvidables Normales como centros especializados de formación de maestros (as) cultivados (as) en la escuela del honor, del civismo, de conocimiento pedagógico, entendía muy bien que lo fundamental en la educación es tener buenos  docentes, sin buenos profesores (as)  jamás existirían buenos (as) alumnos (as). Sabía que el cambio había que hacerlo desde las raíces, junto a estos Normales como nichos formativos de una renovada clase magisteril; sembró a lo  largo y ancho del territorio nacional nuevas Escuelas y Colegios, que permitiesen el mayor acceso posible a la educación a los más amplios sectores de educandos.
 Tan profundo en su concepción de vida fue, que Alfaro valoró el arte en  su justa dimensión creando el Conservatorio de Música, en definitiva Alfaro, en su amplio bagaje de conocimientos de la realidad social, sabía que educación y producción, son los principales pilares para el  desarrollo sustentable de un país, para volver viable una mayor equidad social; lo uno y lo otro son las vertientes que desembocan  en una mayor calidad de vida, lo contrario es simplemente retórico.


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