Eloy Alfaro y la Educacion
Si el ferrocarril es la obra que físicamente
proyecta más gráfica y objetivamente en la realidad de la gestión de Alfaro
como gobernante, es en el campo educativo donde quizá realiza la
labor de mayor beneficio y trascendencia humana, estaba convencido que
había que construir cimientos socialmente sólidos para volver consistente
el rumbo de la sociedad, tenía muy claro que la ignorancia o el
desconocimiento son los principales aliados de la confusión y falta de
conciencia de quienes forman parte de una sociedad o habitan un
determinado territorio, que esa desinformación o carencia de orientación
facilita el aprovechamiento de los demagogos vendedores de falsas promesas e
ilusiones.
Alfaro no sólo quiso favorecer la educación, su
obra en este campo tenía una mayor connotación, estableció como principio
que la misma fuera laica, es decir una educación libre que rompiera con el
esquema de una educación dogmática de orden religioso que era excluyente y
sectaria en aquel tiempo.
Su anhelo era el que el país contara
con la posibilidad que sus niños y jóvenes se formaran con una mente
abierta al conocimiento universal, que no conocieran de ataduras, de
coacciones, de temores, de prejuicios, de diques mentales, de repetir
afirmaciones sin la reflexión o análisis suficientes; sabía que sólo un
ser humano dispuesto al aprendizaje es capaz de contribuir a edificar una
mejor sociedad y todo eso lo posibilita una educación laica.
Su labor en el campo educativo no se agota en
querer un país educado en un ambiente de libertad, deseaba que esa educación
fuese de calidad y algo más, que aquella fuese la base para la
trasformación que deseaba para su patria, ello lo llevó a crear nuevos centros
de formación, a preparar nuevos maestros con una nueva mentalidad, quería
sepultar los vicios de una educación mediocre y sectaria, ello explica la
creación de los inolvidables Normales como centros especializados de formación
de maestros (as) cultivados (as) en la escuela del honor, del civismo, de
conocimiento pedagógico, entendía muy bien que lo fundamental en la educación
es tener buenos docentes, sin buenos profesores (as) jamás
existirían buenos (as) alumnos (as). Sabía que el cambio había que hacerlo
desde las raíces, junto a estos Normales como nichos formativos de una renovada
clase magisteril; sembró a lo largo y ancho del territorio nacional
nuevas Escuelas y Colegios, que permitiesen el mayor acceso posible a la
educación a los más amplios sectores de educandos.
Tan profundo en su concepción de vida fue,
que Alfaro valoró el arte en su justa dimensión creando el Conservatorio
de Música, en definitiva Alfaro, en su amplio bagaje de conocimientos de la
realidad social, sabía que educación y producción, son los principales pilares
para el desarrollo sustentable de un país, para volver viable una mayor
equidad social; lo uno y lo otro son las vertientes que desembocan en una
mayor calidad de vida, lo contrario es simplemente retórico.
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